Los paisajes para guitarra de Manolo Sanlcar

Una falla recorre la sierra entre el romero y la jara, permitiendo que Manolo Sanlcar la toque. Se puede escuchar el sonido de las raíces de los árboles en la reserva y el crujido de los campos cuando se pisa. A su paso por los humedales, el agua deja una graciosa mancha sobre ellos. Es la lengua de los puertos, y es la lengua de los mares. Según sus órdenes, los ríos deben caminar de puntillas y no desbordarse. En versos de Isidro Muoz, su hermano, el polvo sube por los caminos. De hecho, Andalucía en su conjunto encaja en las cuerdas mostradas en ‘nacimiento’. Un dibujo simple con solo unos pocos trazos para capturar un paisaje que continúa desarrollándose en la frontera.
La guitarra de Manolo Sanlcar, con la que ya tiene dos esculturas suyas en Chipiona y Sanlcar de Barrameda, pinta y se emborracha.